Hace ya más de 16 años que las redes sociales empezaron a hacerse un hueco en nuestras vidas, tímidamente al principio y hoy ya cuentan con más de 27 millones de usuarios activos en España y multitud de plataformas que van creciendo cada día.
Si hacemos balance de este 2019, hemos visto cómo Instagram alcanzaba los mil millones de usuarios activos mensuales en el mundo, posicionándose como la quinta red social. Por otro lado, TikTok que a mediados de 2018 tenía quinientos millones de usuarios, ahora está cerca de los 750 millones usuarios. Por su lado, Facebook se preparaba para ofrecer servicios de pago con su propia plataforma y criptomoneda, al mismo tiempo que Facebook y Google incrementaban las medidas para proteger la privacidad de los usuarios. Importante también ha sido su gran labor frente al contenido ilegal, cuentas falsas, o las “fakenews”, generando más transparencia y confianza y por supuesto privacidad y protección de datos personales. Instagram, Facebook, Google y TikTok han puesto a disposición de sus usuarios cada vez más herramientas que invitan a la Co-creación de contenido, plantillas, etiquetas, filtros, etc, que facilitan una nueva relación con los usuarios.
Así pues, ¿cuáles son los nuevos retos para 2020?
Arriesgar, ser los primeros. En un mundo tan cambiante donde las redes sociales cada vez se dirigen a nichos de individuos, lo más importante es ser el primero en tomar las riendas y hacer acciones diferentes. Los primeros en adoptar las innovaciones son los que se benefician de las tecnologías.
La trasparencia, los usuarios ya conocen los formatos del marketing, saben cómo les hablan los influencers, quienes son y qué marcas anuncian, por lo que es inútil tratar de esc
Mayor uso de las plataformas privadas, Messenger, whatsapp, mensajes directos de Instagram… lo que se conoce como Dark Social. Un estudio realizado por GlobalWebIndex y WeAreSocial encontró que el 63% de las personas prefieren utilizar estas aplicaciones cuando se trata de compartir contenido y recomendaciones con amigos y seres queridos. El reto está en saber usar estas herramientas de la forma más adecuada.
El vídeo seguirá siendo el rey, el consumo de vídeo es cada vez más importante, su aceleración en los últimos tiempos lo convierte en un componente fundamental en cualquier campaña de comunicación. Con un reto cada vez más complicado: realizar vídeos que sean capaces de captar la atención de un público más saturado.
Las falsas noticias y los robos de información han hecho mucho daño en este último periodo y a pesar de que las redes sociales, las nuevas regulaciones y las marcas han puesto filtro a todo esto, aún sigue existiendo mucha desconfianza. Ese recelo está derivando en el uso de plataformas más privadas, volver al email como fórmula para comunicarse, no entregar datos a no ser que se ofrezca un contenido más personalizado que realmente sea interesante para el consumidor.
El uso de los influencers está cambiando, hemos tenido una gran saturación, hemos visto cómo se creaban falsos influencers y esto ha minado la credibilidad de los mismos. El año que viene seguiremos utilizándolos, sí, pero con un criterio diferente, dirigiéndonos a microinfluencers que generan mayor compromiso y por supuesto analizando los resultados con nuevas fórmulas que determinen la rentabilidad de los mismos.
La realidad aumentada y la realidad virtual. Durante años se ha hablado de que estas tecnologías entrarían a formar parte de las comunicaciones y se han hecho intentos, pero quizás aún no teníamos la tecnología adecuada. En 2020 tendremos en nuestras manos la red 5G con aparatos adaptados y nuevas funcionalidades que pueden mejorar la experiencia de usuario y las acciones de gamming.
Ha llegado el momento de usar la Inteligencia artificial, los chatbots son un gran avance, pueden dar soporte las 24 horas, permiten administrar datos efectivamente. La búsqueda visual que ya nos ha avanzado Google Lens probablemente nos haga variar las estrategias SEO. El análisis y los comportamientos en redes sociales se están monitorizando con machine learning aportando un gran conocimiento del comportamiento de los usuarios.
La comunicación interpersonal está cambiando, nos enfrentamos a nuevos modelos de comunicación, nuevas plataformas y nuevas exigencias de los usuarios, por lo tanto, la forma en la que las marcas deben comunicarse tendrá que mantenerse actualizada, activa y en constante evolución si queremos alcanzar a nuestro público y que nos escuche, aportando valor en aquello que les preocupa de verdad.